14 jun 2010

En la Feria del Libro 2010

Menuda tarde más divertida pasamos ayer! Después de una extraña tranquila mañana de trabajo con madrugón incluido (a las 4.00 de la mañana mis pestañas se abrieron) y comer en petit comité, nos dispusimos pasar la tarde de domingo en el Retiro.


Mi hermana, con el bebé en preparación en su seno, Robertito, Sergio y el que escribe esto. No cabían más gentes en la Feria. Me río yo de la feria de abril. Y me da susto, pero agradable, el comprobar cómo la cultura llama a masas. Porque en esta Feria, a lo máximo te pueden regalar una revista pasada de fecha o un separapáginas de Hannah Montana (TENGO 2!!!!), pero no bolis, gorras, paraguas o mugs para el café... con lo cual la gente va a buscar su libro. Claro, entre tanta voz y charla, el libro que te llama casi ni se oye, pero el encuentro tiene que ocurrir.

Este año, como siempre, no voy buscando nada en particular y estoy abierto a todo. El año pasado me acerqué al stand de Berkana, pues para ver qué se cocía. El chico que me atendió, porque yo no soy de los que se despacha sino que exijo una atención y un consejo de un profesional, me entró como a cualquier comprador, con las últimas novedades queer. Después de muchas ofertas, a cual más underground, el chico se dió cuenta que yo andaba hambriento de un descubrimiento, de esos que te cambian un poco la vida. Y me vino a ofrecer "A sangre fría", de Capote. Ni novedad ni nada, el Capote archifamoso, archiconocido, menos para mí. Y "OH REVELACIÓN!!!", dió en el clavo. Sin duda una de las lecturas que más me han marcado jamas.

Pues ayer confiaba en algo similar. Aunque iba con la mosca puesta. No sabéis lo difícil que es encontrar a Dickens entre tanto vampiro prepúber, guías espirituales, técnicas para sushi, bestsellers casuales y toda una miríada de guías de viaje. Y por fín, en el stand, este año, de ALBAminus, el dependiente me puso en mi cara un volúmen de "Grandes Esperanzas" después de desenterrarlo de debajo de "Moonwalk" de Michael Jackson. ¿Casualidad? En otra atmósfera diría que sí, en la Feria del Libro sé que es lo que tenía que ocurrir, ya estaba escrito.

Ni mucho menos me motivó el que el autor me firmara su libro, no almenos en esta dimensión.

Tras ver al autor del libro que escogió Rober, "Bob Esponja", con su firma incluida, nos fuimos a ver a los peces (gigantes) del estanque, y creo que en meses no me reía como me reí ayer (rober: "mira! el parde se sube encima de la marde", dijo al tirarle una palomita a los peces JAJAJAJAJAJA). Porque si voy con Robertito a algún lado, se que me tengo que poner los gayumbos con tirantes y un babero, por motivos más que evidentes.

Nos echamos unas fotos con los patos, miré a los ojos a la felicidad, qué tarde! Jugamos en un parque y me quedé alucinado de ver lo moderno que es todo ahora, cuando en mi época, a lo sumo, había un castillo de hierros, un tobogán un balancín. Que Dios me asista...

Pues una tarde de domingo PERFECTA, ni me dí cuenta del sueño que debía tener. Así me dormí, que no pude ni terminar la primera página de "Grandes Esperanzas". Pero he estado toda la vida sin leerlo, y tengo toda la vida para terminarmelo.



Tengo que limpiar el teclado o me dará corriente...

1 comentario:

  1. Un dia perfecto por el retiro,hay que repetirlo más a menudo. Y aunque te hayas hecho con Grandes Esperanzas, debes leer Moonwalk también pues ahí reside el verdadero Michael jackson, ese que nadie conoció hasta su muerte y también Dancing The Dream, sus poemas más personales.

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