15 abr 2010

La vecina perversa

Quién no ha tenido alguna vez una/uno? Yo recuerdo en mi infancia cómo mi madre arremetía impotente desde la cocina contra la vecina del 9º que se dedicaba a tirar los restos de sus comidas por el tendedero. Recuerdo como me "jodio" mi camiseta de Fruit of the Loom verde recién comprada, o mi sudadera con cangrajos de colores.

A la muy perra le gustaba tirar comidas que mancharan bien, léase paella.
Pues bien, en Valencia existe, como en casi todas las fincas vecinales que visten nuestra península, una vecina perversa no, lo siguiente. Video por favor:



Y es que van 125 denuncias ya contra la vecina mojona. Comprendo que en estos casos es muy dificil demostrar quién es quién en tamaña historia de terror. ¿Es Vicenta o es Isabel la que está intentando hacer perder los estribos a la otra? Lo que queda muy claro es que Vicenta tira agua a Isabel, le echa excrementos de ella (confiamos en que no tiene animales), y además siente una retorcida animadversión por el matrimonio de su vecina.

Yo que quereis que os cuente, a mi esto me produce verdadero desasosiego, pues tengo una vecina que pinta tal cual, a la que las normas vecinales le resvalan como el agua que no deja de caer ultimamente por Madrid. Desde el primer día que llamó a nuestro timbre nos dejó bien claro que ODIA a los vecinos chismosos, a renglón seguido manifiesta que se siente preocupada por la situación de la vecina del 5º que ha enviudado y que tiene que dejar su pisito para llevar el cadáver de su esposo de nuevo a Buenos Aires.

No me fío, como dicen en derecho, Excusatio non petita, acusatio manifiesta. Y sí, la mujer tiene más pinta de haberse fugado de Alonso Vega que de ser una vecina dispuesta a ayudarte a subir la compra cuando el ascensor se avería. Y no quiero hablar de su familia porque creo que hay libros de Lovecraft que los describirían mucho mejor que yo.

En fin, que todos sabemos por lo que está pasando tanto Isabel como Vicenta, y a día de hoy el conflicto, lejos de haberse subsanado, sigue igual que el primer día, Isabel con dos millones y medio menos en su cuenta corriente.

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