El examinador del carnet de conducir

Todos los que teneis el carnet B1, almenos, o aquellos que estáis en el proceso de sacaroslo sabéis muy bien lo difícil que puede resultar conseguir un APTO. Esta semana pasada le tocaba el turno a Amarrosa (seudónimo de mi amiga). Nada salió mal, que ya es suerte, en los 9 STOP que le obligaron a realizar en la prueba de conducir práctica, salvo una cosa, el examinador.
La noche en que la suspendieron (no suspendió, la suspendieron), mientras cenaba vi en la tele una noticia que me produjo cierta satisfacción. Y es que resulta que hay quienes son víctimas, como Amarrosa, de injusticias por parte de este tribunal unipersonal, pero que no se quedan de brazos cruzados y se marchan cabizbajos, sino que arremeten contra estas personas.
Lo que no se puede hacer, señores míos, es jugar así con los sentimientos y los bolsillos de las personas. Dar una clase y presentarse a examen supone para muchos el esfuerzo de muchos madrugones, soportar a gentuza, ir dando cabezazos en el autobus a casa, entre otras muchas cosas... como para que ustedes lleguen y por sus santos bemoles, decidan que esa persona no está APTA, cuando es obvio que sí lo está.
Yo he sido testigo, en mis 4 pruebas que tuve que realizar antes de conseguir el carnet, cómo personas que son verdaderos peligros públicos, aprobaban en una prueba que no superó los 10 minutos, mientras otras que sabían circular, volvían a suspender en su 9ª convocatoria.
He ahí mi mosqueo: realmente aprueban a quien se lo merece o son ustedes una banda de mafiosos que hacen lo que le sale de la rabadilla? Si son víctimas de agresiones, en este particular caso, no es que esté a favor, pero, quien siembra truenos no puede irse de rositas (o algo así era ese sabio refrán).
Por lo tanto, animo a todas las personas que se sienten profundamente frustradas y con rabia que no cejen en su empeño, porque llegará el día en que, además de hacerlo correctamente, el examinador/a que os toque sea capaz de valorarlo y dar el visto bueno.
Un besazo Amarrosa.