19 abr 2011

La Boda del Año




Hace mas de un año que todo empezó. Desde el sí quiero en Venecia. Parece mentira.

Yo siempre fui de los que decía que nunca me casaría, que vaya parida, vaya gasto de dinero a lo loco, que para qué, etc etc. Y heme aquí.

Recuerdo los primeros pasos que dimos, buscando un lugar chulo para poder congregar a los mas allegados, un lugar donde encontrarse agusto, entre la naturaleza, escapando de lo tipicamente kitsch, un lugar donde se pudiera desarrollar un dia inolvidable.

Eso fue hace una eternidad, me da la sensación. Ahora, ya está casi todo. Faltan esos detalles casi sin importancia, pero que no pueden faltar (no me refiero a poner el papel higienico de los baños con nuestras iniciales, no...).

Cuando dije sí quiero, recuerdo que el resto del día sucedió como en un sueño. Mi única preocupación fue, dónde, cómo, cuando... quienes! Pues así más o menos es por momentos. A medida que la fecha se acerca, y me imagino delante del hombre de mi vida, con (casi) todos nuestros amigos y familiares mirandonos, se me empieza a hacer un nudo en el estómago, y noto cómo me empiezo a poner nervioso. Solo son flashes, pero me suceden cada vez más seguidos y más a menudo.

Esta minitortura me ha hecho ser un hombre ansioso. Y lo noto porque fumo el doble, como todo lo que veo que se puede comer, no paro de moverme y hacer cosas que normalmente no hago. Y veo que a él le pasa exactamente lo mismo, pero lo mata de otra manera.

Muchas personas se equivocan cuando me dicen que me estoy poniendo como el vinagre solo para la boda, pero analizandolo, es un poco absurdo. A menos que me de por hacer un striptease, cosa que no haré porque he decidido pasar un poco del alcohol para poder recordarlo todo. La ansiedad que me provoca este estado de preparación se me alivia un monton con ejercicio. Y es lo mejor que le podría haber dicho a mi chico y a mi madre, por motivos evidentes.

Por otro lado, la Boda, me ha hecho recapacitar en sustancia. Recuerdo cuando preparaba las invitaciones y escribia en los sobres los nombres de las personas VIP que nos quieren. El honor es todo nuestro, el poder contar con personas tan maravillosas que tienen mas ganas de ir a nuestra boda que a ninguna otra a la que hayan ido (esto me lo han dicho varias personas que no se conocen entre ellas). Y digo yo, o es una frase hecha muy guay, o realmente es así. Lo que me pone aun mas nervioso.

No se que esperan los invitados de nosotros, y siento constantemente la sensación de que sus espectativas no se cumplan. Pero, hablando con mi chico, el hombre de mi vida, nos queda claro que todo lo que hemos preparado, lo hemos hecho con todo el cariño que sentimos hacia todos y cada uno de los que nos van a acompañar.

Esta boda no es una boda al uso. Y no por ser una boda gay, ni mucho menos. Somos una pareja atípicamente normal. No vamos a hoteles friendly, ni tenemos perro de marca de moda, no vamos a discotecas de ambiente con asiduidad, ni acudimos al Orgullo Gay como si fuera nuestra semana santa particular. Hacemos nuestra vida con toda la normalidad del mundo.

Supongo que eso es algo que los que nos conocen ya saben de sobra. Y es un punto a nuestro favor saber que no habrá desilusión al comprobar que no hemos traido a una drag queen que nos cante una balada.

He ido viendo algunos de los modelitos que desfilaran ese día y no sé que pensar. Al principio nos lo tomamos a broma eso de "la alfombra roja", pero cada vez me da mas respeto el cariz que está tomando el asunto y las ansiedades típicas del invitado al pensarse estar out.

No recuerdo en que momento dijimos que la boda era de etiqueta, QUE NO LO ES, pero a la gente eso se la suda. Van a ir que en la vida nos habremos visto en otra. Sin ir más lejos, yo mismo JAMAS me he visto tan tan taaaaaaaaaaaan elegante. Y lo mejor de todo, no me siento disfrazado, que era uno de mis peores miedos.

A pesar de todas estas vanalidades, lo más importante es que dentro de apenas un mes, mi chico y yo vamos a formalizar nuestra realidad de pareja en un contrato matrimonial, y vamos a conformar una pareja del mismo sexo. Eso es lo grande del asunto. Todo lo demas está que te mueres, pero no es lo verdaderamente importante. Lo realmente serio es el hecho de que dos personas se aman y se lo van a contar al Estado español y vamos a hacer uso de un derecho que ha costado tanto a generaciones pasadas. Y solo por eso, nos sentimos importantes.

Por eso y por tener tantos amigos y una familia que nos demuestran cada dia que somos los niños de sus ojos. Eso es un orgullo, y eso es parte de la celebración. El saber que todos se van a molestar en estar con nosotros, que van a llorar emocionados de vernos ahi en el altar por fin, que vean que cuando algo se quiere, se puede. Que en las relaciones, como en todo en esta vida, el resultado se consigue con esfuerzo, tolerancia y compromiso.

Dentro de menos de un mes todo habra terminado para empezar otra vez. Y ese dia va a ser muy comentado, criticado (con cariño, espero) y recordado para el resto de nuestras vidas.

Y termino ya. Despues de este cigarro me voy al gym.

2 comentarios:

  1. Lo dicho.... yo estoy cada vez más nerviosa madre mía.... Esta tarde me voy a Polonia, lo q me da muchos nervios tb, pero a la vuelta sé que mi gran cita de mayo es tu BODA!!!
    All the loveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerrsss!!!

    ResponderEliminar
  2. Será un día inolvidable y perfecto!!!!! y lo de elegante es quedarse corto eh!

    Agueda.

    ResponderEliminar