21 abr 2010

Alicia en el País de las Maravillas


Tanto tanto pa esto? La verdad que uno ya sabía a lo que iba. Después de ver los créditos en IMdB, sabía que este encargo a Burton no iba a ser otro de sus momentos estelares. Y es que hace mucho que he perdido el interés por este director que, en sus primeros trabajos, y salvando alguna maravilla ("Big Fish"), apuntaba maneras.
No me sirve que un director tenga un "estilo", que es lo que muchos ponen como argumento para encumbrarle a la categoría de Autor.
Que me ponga a una actriz desconocida (a saber por qué) en el papel de una Alicia superembotada, que se pasa todo el metraje fliping in the colors porque un conejo no deja de mirarle las bragas, un raton que ha descubierto las posibilidades de una aguja (drujas?), un peluquero, digo, sombrerero loco, interpretado por un Johnny Depp con sobredosis de sí mismo, o el fatídico despliegue de las 3D en plan escaso y por momentos invisible... pues no me vale.
Y eso que me habían dicho de antemano que la película era de lo más normal. Pero no es de lo más normal. Simplemente es un pasatiempo burdo y lleno de imágenes por ordenador que hacen que la pieza tiemble en todo momento. Se intenta representar el texto de Carroll en algunos momentos, pero de una manera tan torpe que provoca el bostezo en el público prepúber en la sala.
Mucha gafa 3D y poca sorpresa me parece a mí.

Si me tengo que quedar con un personaje es sin duda el de la Reina de Corazones, y es que Helena (la cornuda consentida según vox populi) es mucha Helena. Ese genio del personaje está más que logrado, aun siendo una secundaria chupando cámara (chupar otras cosas han de tener su recompensa, digo yo) hasta decir basta.

Espero equivocarme, pero creo que cuando un artista se acomoda, deja de serlo. Como dice el refrán "cría fama y échate a dormir". C'est la vie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario