"Ya no queda náaaa" es la frase que mas me repite todo el mundo por todos los canales de comunicación por los que me llegan los mensajes. Lo que no saben es que cada vez que me lo dicen, sufro un minicolapso cardíaco-respiratorio.
Este lunes hemos entregado el cuidado y meticuloso protocolo con la lista de los invitados. Como en todas las cosas, uno comienza con unas espectativas enoooooormes de cómo tiene que ser tu boda. Y al comparar la primera lista y ver la actual, con tanto tachón (el Excell no ha eliminado este entrañable signo de anulación tan material), te das cuenta de cómo todo va encajando poco a poco.
Muchos de los que querríamos que estén no estarán, pero muuuuuuuchos, por todos los motivos que os podais imaginar. Y, como dice mi amigo Philippe, la vida es así. Pero esto no va a entristecernos en lo más mínimo.
Pensaréis que a 11 días ya está todo hecho, pero lo cierto es que me da la sensación que ahora queda lo más duro. Hace 1 semana que ni piso el gimnasio, con lo que me libera, no vamos al cine creo que desde que vimos Scream 4 a las 15.30 del mediodía, aprovechando.
Queda que llegue el día, queda la colaboración de algunos para materializar esas pequeñas sorpresas que estamos preparando para homenajear a nuestros invitados. No tengo una parte del traje AUN!!!!!! Y esto me preocupa mucho.
Ya que estoy, me gustaría ver a todo el mundo antes de que llegue el día, y poder charlar de cosas, porque después de la boda nos largamos cagando leches a NY, y no nos dará tiempo ni de comentar las mejores jugadas.
Hoy no trabajo, y tengo muchas cosas que hacer, pero traigo el cansancio de toda una semana en overbooking (los que curreis en turismo me entendereis), y me apetece mucho tomarme unos uvas y entrenar a base de bien pectorales, pero mi yo perruno me dice que me quede tirao en el puff viendo La2, que ultimamente es mi canal favorito (por lo de Bin Laden y todo esto).
Aprovecho la ocasión para agradecer a todos los que me decis la frase "Ya no queda náaa" con tanta ilusión, porque sé que teneis ganas de marcha y de ir como los pinceles de Tiziano. Porque sé que os hace ilusión ir a vuestra primera boda gay (también es la primera para mí), haceros fotos vestidos que ni en los Oscars, y sobre todo de llorar como plañideras, porque ante todo va a ser un día muy muy emocionante.
No me puedo creer que vaya a tener delante de mí al chico de mi vida, le mire a los ojos, y le diga "Sí quiero". Creo que las palabras no me saldrán, seguro que hasta se me saltará la lagrima (soy muy muy llorón), pero sé que ese microsegundo, no lo podré olvidar en la vida.
Y eso quiero que pase ya. Nos vemos en 11 días.
